Las consultas sobre morosidad acabaron el año pasado alcanzando máximos nunca vistos
Los altos intereses de productos como las tarjetas revolving o microcréditos han provocado que quien los contrata se enfrente a un nivel de endeudamiento del que no puede salir y, en consecuencia, el número de morosos se ha disparado. Aunque las ayudas concedidas en le marco de la pandemia del Covid-19 ha permitido controlar los niveles de morosidad en los últimos meses, bancos y entidades ya empiezan a notar el aumento de los impagos en ciertos sectores.
Bankinter, por ejemplo, ha puesto en evidencia cierto repunte en la morosidad de las pymes de menor tamaño en los últimos tres meses de 2020, cuando la ratio se situó en el 7,4%, tres décimas más que en el trimestre anterior.
Aunque el aumento de la morosidad en general viene dado por distintos motivos, muchos de los afectados están en una situación de endeudamiento a consecuencia de los elevados intereses de productos financieros como las tarjetas revolving o microcréditos, según señalan desde Reclama por mí, quienes señalan que las restricciones en la actividad empresarial impuestas por el Covid-19 han causado que muchos empresarios y familias se vean en apuros económicos y han provocado que miles de ciudadanos acaben en un fichero de morosos.
Actualmente, cifran en 4 millones las personas en España que figuran en estos ficheros. El despacho de abogados especializado en derecho al consumo alerta sobre este notable aumento de casos de consumidores incluidos en diferentes ficheros de morosos, pero avisan de que han llegado a detectar numerosos casos donde la inclusión de los datos se ha realizado «de forma indebida y con irregularidades». Por su parte, el comparador financiero Kelisto.es coincide al destacar la cantidad de usuarios que utilizan sus servicios identificándose como morosos, una tendencia que llegó a alcanzar máximos en diciembre de 2020.
FICHERO DE MOROSOS
Pero, ¿qué pasa si nos han incluido en un fichero de morosos? ¿Cómo podemos dejar de aparecer en él? Los abogados informan de que hay tres opciones. La primera es, evidentemente, pagando la deuda pendiente y acreditando al fichero la justificación del pago realizado para solicitar la eliminación de los datos. La segunda vía es mediante el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) anterior LOPD, al que pueden acogerse los afectados y ejercitar el derecho de cancelación o rectificación si no se han seguido los pasos establecidos en la Ley Orgánica de Protección de Datos a la hora de incluir a una persona física o jurídica en el fichero de morosos.
Por último, la tercera opción es la de esperar seis años para que se elimine el registro por sí mismo, ya que es el tiempo máximo de permanencia en el fichero desde la inclusión de la información correspondiente al caso. Después de este periodo, los ficheros de morosos están obligados a eliminar los datos, siempre y cuando no se tengan otras deudas vigentes y más recientes. Eso sí, se trata de la vía menos aconsejada por los expertos, pues aunque ya no se forme parte del fichero, la deuda sigue vigente, con lo que el banco o la compañía de servicios que reclama la deuda puede seguir haciéndolo por otras vías.
PICO DE MOROSIDAD EN LA BANCA
Un reciente informe de S&P Global Ratings señala que en la segunda mitad de 2022 tendrá lugar el pico de la morosidad en la banca española, al alcanzar el 9,5%. Asegura que los más propensos a los impagos este año serán los préstamos a empresas y los destinados al consumo. De hecho, el crédito al consumo mostró el mayor aumento de la morosidad en 2020 y creen que podría deteriorarse todavía más en 2021.