- El gran reto que debe afrontar la banca en 2021 es cómo gestiona el fin de las moratorias y las ayudas del Gobierno para evitar un fuerte repunte de la morosidad, lo que el BCE ha venido a llamar «efecto acantilado».
- Por el momento, no hay un repunte del ratio de morosidad amortiguado por las moratorias puestas en marcha por el Gobierno para las hipotecas y los préstamos al consumo, junto con las carencias de los créditos avalados por el ICO.
Las consecuencias económicas de la pandemia seguirán pesando en 2021 aunque la profundidad de las heridas dependerá en gran medida de cómo evolucione la estrategia de vacunación. El gran reto que debe afrontar la banca en 2021 es cómo gestiona el fin de las moratorias y las ayudas del Gobierno para evitar un fuerte repunte de la morosidad, lo que el BCE ha venido a llamar «efecto acantilado».
En este contexto donde las entidades cerraron el ejercicio con caídas del beneficio frente al año anterior, e incluso en el caso de Santander con pérdidas históricas, el negocio bancario estuvo espoleado por el crédito. Ahora toca ver si la economía remontará y con ellas las empresas y particulares.
Por el momento, no hay un repunte del ratio de morosidad, incluso el dato baja en algunas entidades, amortiguado por las facilidades de pago puestas en marcha por el Gobierno para las hipotecas y los préstamos al consumo de particulares y empresas, junto con las carencias de los créditos avalados por el ICO.